La excelencia personal es algo a lo que todos pueden y deben aspirar. No es una competición con otros. Se trata de dar lo mejor de sí mismos. A nuestros alumnos se les propone que busquen la excelencia personal, a través del trabajo hecho con perfección y afán de servir a los demás.
Para lograrlo se les insiste en el desarrollo de las virtudes humanas en el quehacer diario. Especialmente de la sinceridad, la responsabilidad, la fortaleza y el espíritu de servicio. Este esfuerzo de los alumnos, ayudados por sus padres y profesores, es lo que entendemos como aspirar a la excelencia.
Además, por parte del colegio, existe un ambicioso Programa de Excelencia que recoge las acciones que se llevan a cabo en cada curso con la finalidad de dar coherencia a todo el quehacer educativo y desarrollar armónicamente todas las capacidades del ser humano, de modo que se hagan realidad las notas señalada en nuestro ideario para nuestros alumnos: personas libres, de criterio, con sensibilidad estética, capacidad de compromiso, responsables y solidarias, con iniciativa en su vida personal, afán de superación y empeño para mantener el esfuerzo por la mejora continua.
A medida que los chicos van creciendo se van incorporando nuevos programas y se va incrementando la intensidad docente, a la vez que se multiplican las actividades encaminadas a estimular la autonomía personal y la toma de decisiones.
Cada año, procuramos premiar a los alumnos que han destacado en su esfuerzo por cumplir lo mejor posible sus obligaciones y que, con su actitud, han colaborado en la buena marcha de la clase. Les entregamos el “Banderín de Esfuerzo”. Además, concedemos el “Premio Extraordinario” del colegio a todos los que hayan logrado una media de sobresaliente al acabar el curso y han acreditado un buen comportamiento.